Azucenas

Al ser una planta bulbosa, la azucena se debe sembrar al menos con 15 cm de profundidad, ya sea en tierra o maceta. Además, se deben dejar de 10 a 15 centímetros se separación entre cada bulbo, para que sus raíces puedan extenderse sin problema.

En cuanto al tempo, la siembra de la azucena se debe realizar entre octubre y enero, para verla florecer y disfrutar de su color y aroma entre marzo y mayo.

El bulbo recién plantado necesita humedad constante para brotar. Por ello, las azucenas necesitan ser regadas 2 o 3 veces por semana, dependiendo del clima, para mantener el suelo húmedo pero sin encharcar.

Aunque las azucenas no requieren mucho fertilizante, es importante incorporar a la tierra o sustrato una buena cantidad de materia orgánica durante la plantación y repetir esta acuno al principio de cada temporada, para asegurar que crezcan sanas.

Otra ventaja de las azucenas es que no necesitan poda. Sin embargo, es recomendable retirar las flores marchitas y hojas secas o enfermas, para evitar que el tallo se afecte y esta pueda seguir floreciendo.

Una desventaja es que las azucenas son susceptibles a una gran variedad de plagas, como el pulgón, el ácaro del bulbo, los crioceros o trips. Para evitarlas, se pueden sumergir los bulbos en insecticida fosforado o diazinon durante media hora antes de plantarlos.